Aunque Maximiliano Falcón no muestra autocrítica, la estadística que lo condena

La reciente expulsión de Maximiliano Falcón en el triunfo de Colo Colo sobre Everton ha vuelto a poner en el tapete la conducta del defensor uruguayo, marcando un patrón de comportamiento que, pese a las defensas de su entorno, las estadísticas no pueden pasar por alto.

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Con siete expulsiones desde su llegada al Cacique, la narrativa en torno a Falcón y su supuesta "mala leche" gana cada vez más peso, no solo entre críticos sino también entre quienes siguen de cerca el desempeño del equipo.

“Siete expulsiones en su participación en Colo Colo es mucho. Sobre todo, porque marca un límite al autocontrol. Si es inteligente se puede frenar, pero se pasa de una línea que no corresponde”, comentó el histórico Yeyo Inostroza en conversación con Redgol.

Desde su primera expulsión ante Santiago Wanderers en 2021 hasta la más reciente, el patrón se repite con una frecuencia preocupante. Incidentes como el combo a Valber Huerta en la Supercopa del mismo año, el pelotazo al juez Tobar en un amistoso contra River Plate, o la entrada desmedida a Nicolás Barrios en el campeonato 2023, son testimonios de una conducta que Falcón parece incapaz de corregir.

No muestra autocrítica

A pesar de esto, Falcón muestra poca autocrítica respecto a su comportamiento en el campo. Tras su expulsión contra Everton, el uruguayo optó por el silencio, mientras que su esposa, Florencia Pouso, acudió a las redes sociales para ofrecerle su apoyo incondicional.

"Si te faltan fuerzas, yo te doy de las mías", escribió Pouso, en una muestra de respaldo que, si bien es comprensible desde el afecto personal, no aborda el núcleo del problema.

Las siete tarjetas rojas de Falcón no solo hablan de momentos puntuales de pérdida de control, sino que plantean serias preguntas sobre su capacidad para manejar la presión y lo confiable que puede ser para el equipo, ahora que ya empezará a competir en la fase de grupos de Copa Libertadores.