El Huddersfield Town, un club con una rica historia en el fútbol inglés, ha sido un referente en varias áreas. Fundado en 1908, es recordado por haber logrado tres títulos consecutivos de liga entre 1923 y 1925, además de haber obtenido la Copa FA y la Charity Shield, lo que marcó una de las décadas más brillantes en su historia.
Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial afectó duramente a la ciudad, que se basa principalmente en la industria textil. Actualmente, el equipo compite en la League One, la tercera división del fútbol inglés, pero su influencia sigue siendo notable. En 1996, Huddersfield Town protagonizó una de las revoluciones más significativas en el fútbol moderno: la instalación de un césped híbrido en su estadio, el John Smith.
A finales del siglo XX, el club, junto con los dueños del estadio, decidió reemplazar el césped tradicional por una superficie híbrida, una mezcla de pasto natural y fibras sintéticas. Esta innovadora decisión fue posible gracias a un acuerdo con la empresa neerlandesa Desso, que, aunque comenzó fabricando alfombras, había logrado desarrollar una tecnología para inyectar fibras artificiales en campos de césped natural.
La idea se probó con éxito en los campos de entrenamiento de los Países Bajos, y en 1996, Huddersfield Town se convirtió en el primer club en instalar esta tecnología en su estadio. El éxito fue inmediato y, en 1997, otros equipos como Queens Park Rangers, West Ham United y Aston Villa siguieron su ejemplo, lo que marcó el inicio de una tendencia que se extendió rápidamente por Europa y, más tarde, por el resto del mundo. Hoy, los estadios más grandes y modernos, incluidos algunos de los que albergan Mundiales, cuentan con césped híbrido.
A partir de 2025, Chile se sumará a esta tendencia con la instalación de césped híbrido en dos de sus estadios más emblemáticos: el Estadio Nacional y el Elías Figueroa de Valparaíso, que serán sedes del Mundial Juvenil Sub 20. La FIFA ha solicitado esta superficie, argumentando que mejora la calidad del juego, la condición física de los jugadores y la estética de las canchas.
A diferencia del césped artificial, que fue adoptado por Universidad Católica en San Carlos de Apoquindo, el híbrido ofrece mejor tracción, rebote y deslizamiento tanto para jugadores como para el balón, además de un drenaje superior y un impacto ambiental más positivo. Aunque es más costoso y requiere mayor mantenimiento, el césped híbrido se ha demostrado más rentable que el césped natural, especialmente en estadios de gran capacidad como Wembley o el Santiago Bernabéu.
El principal reto del césped híbrido es encontrar el equilibrio adecuado en el porcentaje de fibras sintéticas. Este porcentaje varía entre el 4% y el 10% de la superficie, dependiendo del uso de las zonas específicas del campo.
Por ejemplo, el Maracaná tiene un 10% de pasto sintético, mientras que el estadio de River Plate cuenta con un 5%. A pesar de su capacidad de autorreparación, el césped híbrido se deteriora más rápidamente que el natural, pero su mantenimiento adecuado lo convierte en una opción más duradera y rentable para los grandes estadios.
22/12/2024
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