Por Santiago Rojas
La victoria de Universidad de Chile sobre Colo Colo en el Monumental, un logro que se había vuelto esquivo durante 23 largos años, marcará un antes y un después en la historia reciente de este clásico del fútbol chileno.
El último triunfo de la U en este emblemático estadio data del año 2001, y desde entonces, la mala racha ante el Cacique parecía un obstáculo insuperable. Sin embargo, la jornada del domingo cambió todo, dejando atrás los fantasmas de derrotas pasadas y consagrando a los azules como los grandes protagonistas de la versión 195 del Superclásico.
Pero Universidad de Chile no solo rompió un maleficio de décadas sino que también se aseguró un premio que trasciende el mero honor deportivo.
Más allá de la relevancia deportiva de este triunfo, la directiva de Azul Azul quiso asegurarse de que la victoria tuviera también un dulce incentivo económico. En reconocimiento al esfuerzo y la determinación mostrada por el plantel, se anunció que los jugadores se repartirán un premio de 100 millones de pesos por haber conseguido derrotar a su eterno rival en su propio terreno.
Este incentivo viene a coronar un inicio de temporada prometedor para la U, que se ha mostrado mucho más competitivo que en años anteriores. La confianza depositada en el equipo no solo se manifestó en el apoyo moral y táctico, sino también en acciones concretas, como la personalización del camarín en el Monumental, que de blanco pasó a lucir el azul característico del club.
Todo hacía presagiar una fiesta, como finalmente ocurrió.
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