Por Axel Reyes
La Universidad de Chile se encuentra en un momento crucial tras la decisión de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) de suspender los aportes a los fondos administrados por Sartor, grupo controlador de Azul Azul, la sociedad anónima que maneja al club. Esta medida ha generado una gran incertidumbre en el entorno azul y ha puesto en duda la continuidad de Michael Clark como presidente de la institución.
Según información publicada por El Mercurio, la situación de Sartor ha generado una profunda preocupación al interior del Centro Deportivo Azul. Incluso, se especula con la posibilidad de que Clark deba dejar su cargo debido a su estrecha vinculación con el grupo inversor.
La suspensión de los aportes a los fondos de Sartor representa un duro golpe para la Universidad de Chile. Si bien Azul Azul ha asegurado que, por el momento, la situación no ha afectado directamente la economía del club, la incertidumbre generada por esta crisis podría tener consecuencias a largo plazo.
Michael Clark, quien además de presidir Azul Azul es miembro activo de Sartor, se encuentra en una situación delicada. Su continuidad al frente del club dependerá en gran medida de la evolución del caso y de las decisiones que se tomen en el seno de Sartor.
Si bien Clark continuará en su cargo al menos hasta la próxima Junta de Accionistas, programada para abril de 2025, la gravedad de las acusaciones contra Sartor podría obligarlo a renunciar antes de esa fecha.
La situación actual de Azul Azul es sumamente compleja y el futuro del club se presenta incierto. Mientras la CMF continúa investigando las deficiencias de la gestión de Sartor, las repercusiones de esta crisis podrían extenderse más allá del plano financiero y afectar el desempeño deportivo del equipo.
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