Por Mateo Garzón
Eduardo Morante, jugador que pasó por la U de Chile en 2012 por pedido exclusivo de Jorge Sampaoli, actualmente juega en barriales. El central fue uno de los más criticados en el país debido al mal nivel que demostró y fracasó. Según reveló en una entrevista con el medio ecuatoriano, Expresso, se encuentra insolvente y gana dinero de esta manera.
El fichaje más caro de la historia de Universidad de Chile se convirtió en una de las mayores decepciones del fútbol chileno. Eduardo Morante llegó al país con la ilusión de convertirse en una figura clave del equipo azul, pero su paso por el club fue marcado por las lesiones, la irregularidad y, finalmente, un rotundo fracaso.
Morante arribó a Chile con un cartel de gran promesa, tras destacarse en el fútbol ecuatoriano. Su llegada generó gran expectativa en la hinchada universitaria, que lo veía como el refuerzo ideal para consolidar al equipo. Sin embargo, las lesiones lo persiguieron desde el inicio, impidiéndole mostrar su verdadero potencial.
La alta inversión realizada por Universidad de Chile para adquirir los servicios de Morante generó una gran presión sobre el jugador. La hinchada y los medios de comunicación esperaban mucho de él, lo que dificultó su adaptación al fútbol chileno. La constante comparación con otros defensores y la exigencia de resultados inmediatos fueron factores que influyeron en su rendimiento.
Tras un paso por Universidad de Chile marcado por la irregularidad y las lesiones, Morante fue cedido a Liga Deportiva Universitaria de Quito. Sin embargo, su rendimiento no mejoró y su paso por el fútbol ecuatoriano fue breve.
Actualmente, Eduardo Morante se encuentra en una situación económica complicada. Lejos de los reflectores y el lujo que alguna vez conoció, el exdefensor de Universidad de Chile se dedica a entrenar a niños en una escuela de fútbol y a jugar partidos de fútbol amateur. Esta nueva realidad contrasta fuertemente con el pasado de un jugador que fue considerado una de las grandes promesas del fútbol sudamericano.
Las razones que llevaron a Morante a esta situación son múltiples. Las lesiones, la presión, la falta de adaptación y posiblemente problemas personales, fueron factores que influyeron en su declive. Además, la falta de continuidad en su carrera y la dificultad para encontrar un equipo que le brindara una nueva oportunidad también jugaron un papel importante.
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