Se ponen en fila a criticar a Jorge Almirón, lo culpan del gran problema albo

Colo Colo ha encontrado una dura realidad en su camino por clasificar a los octavos de final de Copa Libertadores, y la crítica hacia el técnico Jorge Almirón ha escalado tras el reciente empate sin goles frente a Alianza Lima.

Más sobre Fútbol Chileno

• La preocupación en Universidad de Chile, no es por Lucas Assadi ni por los empates
  
• Se repite lo de Perú, comienzan las graves denuncias contra Tiago Nunes
  

Este resultado no solo frustra las aspiraciones del equipo en el torneo, sino que también ha desatado una ola de cuestionamientos sobre la dirección técnica.

El equipo mostró una notable falta de eficacia, con tan solo 4 remates a portería, a pesar de tener el dominio del balón en más del 70% del encuentro. Este dato pone en evidencia un gran problema que viene arrastrando el Cacique: la falta de concreción.

Las críticas no se han hecho esperar, y Fernando Agustín Tapia, panelista del programa Pauta de Juego de Radio Futuro, ha sido uno de los más duros en su análisis.

Relacionados

• No solo celebran el empate, en Perú se burlan sin filtro de Arturo Vidal
  
• Arturo Vidal tuvo cero autocrítica y amenazó de inmediato a Alianza Lima
  

Culpan a Jorge Almirón por la falta de gol

“Que importante es saber aprovechar los momentos que te otorga el partido porque los primeros 16 minutos fueron de una amplia superioridad ¿Sabes cuál es el problemas? El problema es que es una tendencia y Colo Colo no tiene gol ¿De qué te sirve dar 700 pases? No tienes la jerarquía para echarla adentro”, comentó con evidente frustración.

La estrategia y los cambios realizados por Almirón también han sido objeto de escrutinio. “No entendí lo de Vicente Pizarro y se equivocó en sacar a Marco Bolados porque estaba cerca del gol y lo sacó, yo pensé que iba a compartir con Zavala”, criticó el periodista, resaltando decisiones que, a su juicio, no ayudaron al equipo.

Este escenario deja a Colo Colo y a Jorge Almirón en una posición complicada, enfrentándose no solo a la presión de mejorar en lo deportivo sino también de reconciliar las expectativas de una hinchada cada vez más impaciente y crítica ante los desempeños recientes.