Por Santiago Rojas
El fútbol ha enseñado que un error de ojeo puede provocar grandes errores, ya pasó hace algunos meses con Universidad de Chile y Taty Castellanos. Los azules vieron cómo explotaba el delantero argentino que prácticamente fue desechado del conjunto azul cuando tenía 18 años.
Hoy el argentino es figura en Europa, siendo traspasado en un monto millonario del Girona a la Lazio, pero estos casos siguen y ahora Colo Colo vive algo similar. Es el caso del delantero boliviano Ervin Vaca, una clara muestra de que en el fútbol hay que mantener los ojos bien abiertos con las jóvenes figuras.
Ahora, la historia parece repetirse con el mediocampista boliviano, quien hace algunos años hizo noticia por dejar su país y aparecer como figura emergente en los albos. Luego de llegar a Macul a prueba, las actuaciones de Vaca parecían prometedoras, lo que hacía pensar que su estadía en Chile sería extensa, al estilo de Pablo Solari y Alan Saldivia.
Sin embargo, la realidad fue otra. El club chileno decidió no desembolsar los 500 mil dólares solicitados por su pase, llevando al delantero a regresar a Bolivia, específicamente al Bolívar de La Paz, donde su participación ha sido también escasa.
Pero, como suele suceder, el destino tiene sus propios planes. Contra todo pronóstico, Vaca acaba de ser fichado por el Lommel SK, conjunto que juega en la Segunda División belga y que funge como filial del gigante inglés, Manchester City.
Este movimiento pone al boliviano en la vitrina del fútbol europeo y, más importante aún, bajo el radar de uno de los clubes más poderosos del mundo.
Con el respaldo del City Group, Ervin Vaca tiene la chance de demostrar que su calidad es digna de merecer estas oportunidades. En Colo Colo miran a la distancia, esperando no haberse equivocados como sus vecinos de Universidad de Chile.
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