Por Santiago Rojas
Colo Colo comenzó a ser una cantera próspera de buenos jugadores, muchos de los cuales llegaron a conformar la generación dorada del fútbol chileno y, antes, fueron parte de ese equipo dirigido por Claudio Borghi que estuvo a pocos minutos de quedarse con la Copa Sudamericana, en una increíble final que perdieron ante el Pachuca.
Claudio Bravo, Gonzalo Fierro, Miguel Riffo, Arturo Vidal y Jorge Valdivia eran parte de la columna vertebral de ese equipo que encandiló a toda Sudamérica, pero que lamentablemente no pudo quedarse con la máxima corona. Desde ahí, los más jóvenes siguieron su camino internacional con clubes y con la selección chilena.
En los años venideros fueron muchos los proyectos de jugadores que asomaron pretendiendo seguir el camino de sus antecesores. Sebastián Toro, férreo defensor central con gran dominio del balón, fue uno de ellos. El zaguero nacido en 1990 debutó con solo 18 años en el primer equipo albo y muchos pensaron que sería el nuevo Arturo Vidal.
La carrera de Sebastián Toro, lamentablemente no llegó a ser lo que el medio futbolístico esperaba. Sus claras condiciones se vieron empañadas por comportamientos fuera de la cancha que no iban acorde con un futbolista de alto rendimiento. Después de llegar incluso al fútbol de Albania, decidió retirarse con apenas 32 años.
El exfutbolista, fanático de la construcción, fundó una empresa que se hace cargo de proyectos de construcción. Hace algunas semanas estuvo presente en la despedida de Esteban Paredes, donde se encontró con sus compañeros de generación con los que no pudo conseguir los objetivos deportivos que tanto esperaban los hinchas.
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