Por Santiago Rojas
En las últimas semanas, el apetito en la dirigencia de Universidad de Chile aumentó. Los objetivos que se habían trazado para la siguiente temporada se adelantaron y ahora estarían apuntando un poquito más alto, donde el gran logro sería quedarse con un título este año, ya sea del Campeonato Nacional o la Copa Chile.
Si lo consiguen, estarían también alcanzando el otro gran objetivo, que es poner de vuelta al equipo en competiciones internacionales, algo que definitivamente marcaría un avance para lo que han hecho en los últimos años, tanto desde lo deportivo como lo económico, lo que ayudaría a apurar también otras decisiones.
Para que Mauricio Pellegrino pueda ir por los objetivos propuestos, en la dirigencia azul saben que el actual plantel de Universidad de Chile necesita refuerzarse, porque la cantidad de futbolistas que el entrenador está utilizando es reducida, y no podrían hacer el gasto en dos competiciones en los ocho meses que quedan de competencia.
Sin embargo, ya muy cerca de la apertura de la ventana de refuerzos invernales, donde podrían sumar a 3, se encuentran con un problema que parece insalvable y que estaría obligando a Mauricio Pellegrino a desechar a un futbolista con el que ya habría conversado para llegar en el segundo semestre, pero por el que tendrían que desistir.
Mauricio Pellegrino habría querido fichar al delantero de Vélez Sarsfield, Lucas Janson, un viejo conocido suyo, sin embargo, ante la falta de cupos de extranjeros les sería imposible hacerlo. Se esperaba que la nacionalización de Federico Mateos estuviera lista para junio, pero la tramitación se ha retardado y parece imposible cumplir con las fechas, por lo que deberían dar pie atrás con el refuerzo.
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