Por Santiago Rojas
Mauricio Pellegrino ya encontró su columna vertebral en Universidad de Chile. El equipo universitario, si bien no ha logrado convencer a sus hinchas por lo desplegado en el campo de juego, por lo menos ya luce como un equipo sólido y que puede competir en la parte alta de la tabla, al contrario de lo que hizo en las últimas dos temporadas.
El entrenador argentino trabajo sus refuerzos y han sido fundamentales para el armado de un 11 titular que prácticamente no sufre modificaciones semana a semana. En el fondo, Matías Zaldivia y Luis Casanova se han transformado en la dupla estelar, dejando relegado incluso a Nery Domínguez, que fue el mejor jugador azul en 2022.
En mediocampo, Federico Mateos y Emmanuel Ojeda se han erigido como la dupla que le entrega el equilibrio al equipo. Son dos jugadores que se complementan bien, pues mientras uno es eminentemente defensivo, el otro, Federico Mateos, es el encargado de organizar el juego a través de la circulación del balón.
Este último ha sido una de las buenas sorpresas para el club. Proveniente de Ñublense, el jugador de a poco se transforma en la voz de Mauricio Pellegrino en el campo. “Creemos en lo que nos dice el profe, sabemos que esta es la mejor forma para conseguir resultados, estamos convencidos”, dijo el jugador en conferencia de prensa previa al encuentro contra Audax Italiano.
El futbolista argentino, que está en avanzado proceso de nacionalización, se ha ido agarrando rápidamente la confianza del entrenador. Se les ve casi a diario tener conversaciones en los entrenamientos y su contundente mensaje grafica su cercanía. “Confiamos ciegamente en la idea del entrenador y vamos a defenderla”, señaló el volante argentino.
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