Por Santiago Rojas
Universidad de Chile enfrenta el inicio de la Copa Chile con una alta presión, por un lado, de los hinchas que no permitirían una prematura eliminación en un torneo que no consiguen desde 2015, y también, desde la parte dirigencial, que tendría en este torneo uno de los principales objetivos para lograr clasificar a Copa Libertadores.
Por esta razón, Mauricio Pellegrino dispuso de un equipo totalmente titular para enfrentar al modesto Chimbarongo. Las únicas bajas son las de Darío Osorio, lesionado, y la de Leandro Fernández, quien fue castigado internamente luego de protagonizar un accidente de tránsito en Buenos Aires por conducir en estado de ebriedad.
El entrenador, que en un principio habría pensado darle espacio a jugadores jóvenes como Renato Huerta, Jeison Fuentealba o Enzo Fernández, finalmente dio pie atrás y puso en cancha los mismos jugadores que vienen haciendo el gasto en el campeonato nacional. El DT no quiso abrir ningún espacio para el tropiezo.
El equipo universitario fue muy superior a Chimbarongo desde un inicio. Ya a los 30 minutos tenían asegurada la victoria, a pesar del buen partido del arquero local. Fue tanta la superioridad de Universidad de Chile, que incluso el equipo comenzó a sobrar en algunas opciones de gol, que pudieron decretar un marcador incluso más abultado en el primer tiempo.
Federico Mateos tuvo un mano a mano en el primer tiempo que no definió de buena manera, y Mauricio Pellegrino habría culpado a la displicencia del volante para no marcar. Luego, cuando erró un pase claro por su falta de concentración, Pellegrino le dio un fuerte reto. Mateos le habría respondido de mala forma, ya que el entrenador lo hizo callar. Cuando el argentino marcó el 4-0 las diferencias ya se habían olvidado.
22/12/2024
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