Por Santiago Rojas
Era un partido especial para Mauricio Pellegrino. Durante la semana posterior al superclásico, el entrenador argentino fue duramente criticado por la hinchada y la prensa por lo conservador de su planteamiento, en el que habría demostrado excesivo respeto a un Colo Colo que no llegaba en un gran momento futbolístico.
Incluso, después de la derrota de los albos ante Cobresal, las redes sociales se volvieron a llenar de críticas contra el entrenador, dando cuenta de que quizás, si Universidad de Chile hubiese sido un poco valiente, como lo fue Cobresal, podría haber salido del recinto de Macul con una victoria, algo que no logran desde 2001.
En el choque ante Deportes Copiapó, que se disputó en el Elías Figueroa de Valparaíso, la hinchada nuevamente le recordó a Pellegrino su malestar, entonando gritos para que salieran a buscar el partido desde el inicio, sin embargo, ya empezado el duelo, el cuadro azul volvió a mostrar los mismos problemas de generación ofensiva.
En el segundo tiempo, Mauricio Pellegrino obedeció un poco a los gritos de la hinchada y realizó un cambio con carácter ofensivo. Sacó al volante central, Federico Mateos, e hizo ingresar a Lucas Assadi, para brindarle un poco de compañía a Darío Osorio y a los 2 atacantes centrales, pero nada funcionó, el 0 a 0 estaba escrito.
Israel Poblete pasó de ser volante externo a volante central, pero en ninguna posición pudo destacar. Ya en los últimos 10 minutos, cuando el jugador se había resbalado 2 veces, perdiendo con ello el balón, Mauricio Pellegrino hizo un gesto con la cabeza, que podría ser interpretado como de frustración, de no encontrar respuestas en sus jugadores.
22/12/2024
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