Por Santiago Rojas
Mauricio Pellegrino, con sus dichos antes de que terminara la participación de Universidad de Chile en la primera rueda, obligó a los dirigentes azules a ser los primeros en empezar a moverse en un mercado que, finalmente, está siendo inesperadamente activo para todos, especialmente para los tres clubes grandes.
Tanto Colo Colo como Universidad Católica y Universidad de Chile han tenido que salir al mercado a conseguir jugadores luego de un primer semestre irregular, marcado por los altibajos y los problemas de rendimiento, principalmente de los refuerzos. Aunque en el caso de la U, el tema sería distinto, pues principalmente es el de plantel corto.
Universidad de Chile comenzó jugando bien y de manera sólida, lo que le permitió mantenerse siempre alejados de la zona de descenso, que era el objetivo primordial, sin embargo, producto de los buenos resultados, se les fue agrandando el apetito, empezando a mirar la parte alta de la tabla, así que llegar sextos al receso fue una fuerte desilusión.
Como no había pasado en toda la primera parte del año, cuerpo técnico y jugadores fueron apuntados por los hinchas de Universidad de Chile por su mala producción final. Mauricio Pellegrino acusó el golpe y de inmediato reconoció ante la dirigencia la falta de plantel, buscando que lo potenciaran con por lo menos un hombre por línea.
Para buscar darle más protagonismo a Leandro Fernández en la zona de generación, Mauricio Pellegrino aceptaría la llegada de un nuevo centrodelantero, que cumple con la condición de ser chileno, algo fundamental ante la falta de cupos de extranjeros. Es Luciano Arriagada, quien llegaría a préstamo del Atlético Paranaense de Brasil, donde no es considerado. Las negociaciones estarían muy avanzadas.
22/12/2024
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