Por Santiago Rojas
Universidad de Chile no la ha pasado nada de bien en estas primeras semanas de receso del fútbol chileno, que lo tiene esperando su debut en la Copa Chile resolviendo temas institucionales, y por otro lado, analizando las opciones del mercado que el entrenador estaría exigiendo para el segundo semestre de competición.
La noticia que mantuvo ocupado al club el fin de semana fue la que llegó desde Argentina, donde se informó de la detención de Leandro Fernández luego de protagonizar un choque conduciendo su vehículo en estado de ebriedad. 1,62 grados de alcohol por litro de sangre marcó su alcoholemia, dando cuenta de su condición.
No obstante, gracias a las rápidas gestiones del club y de que afortunadamente ninguna persona salió herida en el accidente, Leandro Fernández pudo volver al país y reintegrarse a las prácticas del equipo, las que se habían suspendido durante el fin de semana para darles descanso, luego de un amistoso ante Santiago Morning.
Mauricio Pellegrino, que no había tenido prácticamente problemas de gestión en estos primeros meses, se estaría encontrando con el conflicto de Leandro Fernández, al que le sumaría la aparente imposibilidad de contratar su tan anhelado delantero para el segundo semestre, y no por un tema económico, sino institucional.
El entrenador azul ya le habría confesado a Manuel Mayo, gerente deportivo del club, que su intención de modificar el sistema táctico para jugar con 3 delanteros no está siendo posible por ahora por la falta de especialistas, por lo que ya había pedido un extremo izquierdo, no obstante, este no podría llegar debido a que la nacionalización de Federico Mateos no estaría en junio, como se había presumido, dejando sin cupos de extranjeros al plantel.
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