Por Santiago Rojas
El semestre de Universidad de Chile estuvo lleno de vaivenes, pero por lo menos en ningún momento estuvieron acercándose a las zonas de descenso, que era el principal objetivo que se habían planteado como Institución, cuando decidieron dar por finalizado el pequeño proyecto de Sebastián Miranda.
El equipo, que inició de manera prometedora, acercándose a los primeros lugares en el comienzo del torneo, ha experimentado altibajos preocupantes que han dejado inquietos tanto al entrenador, Mauricio Pellegrino, como a los hinchas, que creerían que a la escuadra le falta mayor desequilibrio en ataque.
Mauricio Pellegrino, una vez terminada la primera rueda, se habría reunido, por separado, con los dirigentes y jugadores para ser claro en su descontento con los resultados obtenidos y el nivel de juego mostrado por el equipo en el cierre. El entrenador argentino ha expresado la necesidad de realizar cambios en el plantel, los que se verían desde ya.
En ese sentido, Mauricio Pellegrino habría tomado la decisión de prescindir de algunos jugadores para la segunda parte del año, porque ya no los seguirá utilizando o porque busca liberar espacio en la plantilla para la llegada de por lo menos tres refuerzos, que fue lo que pidió el director técnico de Universidad de Chile.
Uno de los futbolistas que no se incorporarían ni a los entrenamientos a la vuelta de vacaciones es Franco Lobos. El futbolista, que prácticamente no fue considerado por Mauricio Pellegrino en la primera parte del año, abandonaría Universidad de Chile buscando sumar minutos. Podría partir a préstamo a Palestino.
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