Por Santiago Rojas
Mauricio Pellegrino se habría reunido de emergencia con Manuel Mayo y toda la directiva de Universidad de Chile tras la inesperada eliminación en los cuartos de final de la zona Centro-Sur de la Copa Chile ante O’Higgins, en un Estadio Santa Laura repleto, que esperaba una fiesta y se marchó masticando la rabia.
El entrenador argentino había sido claro con la directiva azul sobre la necesidad de potenciar el plantel para la segunda parte del año, porque con lo que tenían no les había alcanzado para estar más arriba. Además, en el análisis de Mauricio Pellegrino, consideraba un repunte de Colo Colo y Universidad Católica.
Previendo que la dirección deportiva de Universidad de Chile iba a querer ponerle un freno a los fichajes, debido a que solo tendrán una competencia por delantero, el entrenador trasandino, Mauricio Pellegrino, habría pedido reunirse para dejar de manifiesto la necesidad de reforzarse y de sacar del plantel a algunos jugadores, para aumentar la competitividad.
En Universidad de Chile podría pasar la podadora tras la eliminación del tradicional torneo chileno, para así abrir el espacio suficiente para la llegada de los tres refuerzos que pidió Mauricio Pellegrino, de los que aún no ha llegado ninguno. Mauricio Pellegrino habría vuelto a meter presión fuertemente.
Hasta cuatro son los nombres que podrían abandonar Universidad de Chile de cara al segundo semestre. A Luis Felipe Gallegos y Franco Lobos, que ya sabrían de su salida, se sumaría Mauricio Morales y Cristian Palacios, este último para liberar un cupo de extranjero, porque Mauricio Pellegrino buscaría un atacante argentino.
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