Por Santiago Rojas
La selección chilena viene de seis años muy malos, que comenzaron quizás con la final perida ante Alemania en la Copa Confederaciones. Ese partido dejó muchas cosas negativas, que le pasaron la cuenta al equipo en los meses siguientes y a algunos, los dejó marcados de por vida en La Roja.
Los errores de Marcelo Díaz y Ángelo Sagal en esa final contra Alemania dejaron a ambos jugadores casi que imposibilitados de volver a vestir la camiseta nacional. También acabó con la carrera de Juan Antonio Pizzi al mando de la selección chilena, que se sepulvó con la no clasificación a Rusia 2018.
La llegada de Reinaldo Rueda no mejoró en nada el ambiente futbolístico, solo lo hizo más complejo porque Chile no logró avanzar con respecto al recambio y tampoco volvió a ser competitivo. Tal vez fue el momento de peor rendimiento, hasta la llegada de Martín Lasarte, que terminó por hundir cualquier posibilidad.
En esos años negros, aparecieron algunos nombres que entusiasmaban a la hinchada, por desconocidos. Uno de ellos fue Nicklas Castro, jugador nacido en Oslo, pero de padre chileno, que rompía redes en el fútbol noruego. Fue nominado a la selección y jugó algunos partidos, pero fue desapareciendo.
Lleva muchos más goles que Erling Haaland en la liga noruega y ha vencido al Molde, club del goleador del City, se coronó campeón de la segunda división con el modesto SK Brann siendo figura y ahora, con 27 años, desea volver a la selección chilena. El equipo luchará este año por clasificar a copas europeas, con Nicklas como estandarte, aunque este año está siendo irregular, por las lesiones.
22/12/2024
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