Por Santiago Rojas
El año y medio que alcanzó a estar Juan Antonio Pizzi estuvo lleno de altibajos. El entrenador argentino arribó a Chile en febrero de 2016, luego de la repentina salida de Jorge Sampaoli de la banca nacional, quien acusó sentirse “como un rehén”, tras la imposibilidad que le daba la Federación de negociar con el Sevilla.
Juan Antonio Pizzi arribó en febrero y solo cinco meses después levantaba la corona de campeón de la Copa Centenario, alcanzando su mejor momento al mando de la Roja, porque todo después fue en picada, hasta el punto de quedar eliminados de la Copa del Mundo de Qatar.
Su compañero en ese periodo era el exarquero de Universidad Católica, Manuel Suárez, quien supo acompañarlo en los mejores y peores momentos. Incluso se dio el lujo de dirigir a Arabia Saudita junto a Juan Antonio Pizzi en el Mundial de Qatar, mientras los chilenos miraban por televisión.
Manuel Suárez eligió tomar el camino individual y dejar de ser ayudante para ser director técnico principal. Su último club fue el Cortuluá de la primera división colombiana, que tuvo que dejar por mal rendimiento. Ha sido su única experiencia en solitario hasta el día de hoy.
De vuelta en Chile, el entrenador busca abrirse un espacio en el fútbol nacional. Analizó la competencia local y también al entrenador de la selección chilena, Eduardo Berizzo, sobre quien dijo que era “un entrenador de excelencia, además tuvo la suerte de estar al lado de Marcelo Bielsa, así que es la mejor opción para Chile”, señaló.
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