Por Santiago Rojas
A pesar de estar en un Estadio Monumental con casi tantos asientos vacíos como llenos, la tensión se puede cortar con un cuchillo. La selección chilena ha demostrado una superioridad en el primer tiempo del "Clásico del Pacífico", creando oportunidades claras y mostrando un juego que le ha merecido abrir el marcador, sin embargo, la contienda sigue 0-0 tras el primer tiempo.
La Roja tuvo que lamentar tempranamente una pésima noticia. Matías Catalán, quien estaba siendo una de las figuras destacadas de la Roja en los primeros minutos, tuvo que salir reemplazado a los 10, cuando, tras una jugada en la que Víctor Felipe Méndez dudó en entregar un pase que parecía claro, Catalán se lesionó, viéndose obligado a abandonar el campo.
A pesar de este temprano inconveniente, Chile no bajó los brazos y continuó martillando. Ben Brereton llegó a inflar las redes, pero su celebración fue cortada por el árbitro al ser anulado el gol. Por su parte, Perú, claramente superado en varias fases del juego, encontró en su guardameta, Pedro Gallese, el salvador.
Chile ha mantenido una postura agresiva, buscando la apertura del marcador con más ganas que fútbol, pero las buenas asociaciones entre Ben Brereton y Diego Valdés han dado luces de un equipo que podría quedarse con la victoria, si no fuera por la poca puntería en el último remato o las buenas intervenciones de Pedro Gallese.
El arquero peruano ha sido el mejor jugador de su equipo, un elenco que vino al Estadio Monumental a tirarse atrás y esperar que Chile siga sin encontrar suerte con el gol. Además de sus buenas atajadas, el arquero incaico ha llamado la atención por la forma grosera en que ha hecho tiempo, haciendo recordar a Carlos Lampe, arquero boliviano, experto en estas lides en canchas chilenas.
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