Por Santiago Rojas
La reciente convocatoria de Justin Lerma, joven ecuatoriano de 15 años, para un partido de Copa Libertadores con Independiente del Valle ha desatado un cúmulo de sospechas y comentarios en las redes sociales, que ponen de nuevo a la dirigencia del fútbol ecuatoriano en la mira.
El debut potencial de Lerma en el partido donde su equipo venció 2-0 a San Lorenzo llamó la atención no solo por su talento, sino por su aspecto físico, que para muchos no corresponde a su edad declarada.
Este incidente trae a la memoria el caso de Byron Castillo, otro futbolista ecuatoriano que estuvo en el centro de la polémica por su inscripción irregular, que finalmente terminaron sepultando su carrera internacional con la tricolor. Estos antecedentes han hecho que el ámbito administrativo en el fútbol ecuatoriano sea visto con cierto escepticismo.
“Una alegría grande poder tener esta oportunidad de a tan corta edad estar convocado con el equipo de primera. Es una bendición que Dios me da y una gran oportunidad. Voy a trabajar mucho y a esforzarme para quedarme y ganarme un puesto aquí”, fueron las palabras de Lerma tras ser convocado por el campeón de Copa Sudamericana 2019 y 2022. Sin embargo, estas declaraciones se vieron opacadas por la controversia en torno a su edad, con muchos usuarios de redes sociales burlándose y cuestionando si realmente tiene 15 años.
Aunque Lerma no jugó minutos en el encuentro contra San Lorenzo, su presencia en el banquillo ha generado un debate que va más allá de lo deportivo, tocando temas de ética y transparencia en el fútbol sudamericano.
La situación recuerda la delicadeza y las consecuencias de los errores administrativos y de registro en este deporte, especialmente en un contexto donde la integridad es crucial para la credibilidad de las competiciones.
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