Por Santiago Rojas
El fichaje de Leandro Fernández perfectamente puede ser elegida como la mejor contratación del año en el fútbol chileno de Primera División. El atacante le ha dado personalida, rebeldía y desequilibrio al ataque de Universidad de Chile, que no ha destacado este año por la gran profundidad en su juego colectivo.
El delantero, proveniente de Independiente de Argentina, demostró desde el primer partido que su status de estrella estaba bien ganado. Con varios años en el fútbol argentino de primera división, y también en el fútbol uruguayo y brasileño, ha demostrado una categoría que es difícil de encontrar en el balompié local.
Ahora, la idea de Mauricio Pellegrino sería seguir dotando al plantel de Universidad de Chile de ese desequilibrio en ataque. El entrenador argentino no ha encontrado ni en Nicolás Guerra ni Cristian Palacios el juego propositivo del trasandino, y quedó demostrado en el último duelo ante Coquimbo Unido, que fue el primer partido en que no estuvo y perdieron.
Un nombre que interesaría mucho al director técnico es el de su exdirigido, Lucas Janson, que tiene características distintas a las de Leandro Fernández, pero absolutamente combatibles, ya que a Janson le gusta ir más por las orillas, una posición que hoy no tiene cubierta, porque sus atacantes son más de área.
La llegada de Lucas Janson dependería de varios factores, pero principalmente de la nacionalización de Federico Mateos, que debería estar lista en junio. El argentino llegaría con un sueldo un poco superior al de Leandro Fernández, que bordea los 30 millones de pesos. Pasarían a ser los dos salarios más altos del plantel.
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