El discreto paso de Isla por la Juventus y que lo hizo rozar el cielo futbolero

Nacido y criado en las inferiores de la Universidad Católica, Mauricio Isla cruzó el charco rumbo a Italia con apenas 19 años, siendo uno de los jugadores mejor considerados en la histórica Sub 20 que alcanzó el bronce en el mundial de 2007 en Canadá, de la mano del técnico chileno José Sulantay, para muchos el gestor de la Generación Dorada junto con Marcelo Bielsa.

Aunque su posición natural era de lateral derecho o volante por la misma banda, su rapidez y tenacidad para ir por el balón le valió de una capacidad goleadora importante para un defensa, anotando dos goles en la cita planetaria y dos asistencias, siendo de los puntos importantes junto con Alexis Sánchez, Arturo Vidal y Gary Medel. 

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Su gran desempeño en Canadá, que incluso coronó con un gol corriendo de punta a punta la cancha contra Nigeria, causó tanta admiración que Udinese de la Serie A italiana no tardó en acercarse a Universidad Católica para cerrar el fichaje del ‘defensa revelación del campeonato’. Ahí, el buinense estuvo cinco años, los que le valieron para cerrar su partida a la Juventus.

Pese a que llegó al equipo bianconeri en uno de los mejores momentos históricos del club, el gran rendimiento del lateral suizo Stephan Leichsteiner y la poca confianza depositada en Isla de parte de los entrenadores a cargo, sentenciaron su paso a la intrascendencia, sumando apenas 30 partidos en tres temporadas en Turín.  

Rozar el cielo

Aún cuando su nivel en la Juve no fue el que esperaba, diversos gigantes europeos se pelearon su fichaje antes de arribar a Italia. Conocido por ser el Robin de Alexis Sánchez, jugador con el que siempre se han entendido a la perfección, clubes como Real Madrid, FC Barcelona, Manchester United y Liverpool se interesaron por él. Rozó el cielo.