Por Santiago Rojas
El fútbol chileno no pasa por uno de sus mejores momentos, eso está claro. La crisis explotó con la renuncia de Eduardo Berizzo y las declaraciones de Alexis Sánchez, pero a su vez, la selección chilena femenina de fútbol también venía siendo protagonista de un escándalo tras su participación en los Juegos Panamericanos, que parecía olvidada.
La ausencia de las arqueras Christiane Endler y Antonia Canales en la final del torneo puso a la federación en la mira. Ambas jugadoras, que habían recibido permisos especiales de sus clubes para unirse al equipo, tuvieron que regresar antes de la definición del certamen, lo que desató una gran polémica.
Este incidente ha tenido consecuencias significativas dentro de la estructura de la ANFP. Tras semanas de rumores y críticas, se ha tomado la decisión de despedir a Manuel González, coordinador deportivo de la Roja femenina, señalado como el principal responsable de la mala gestión de los permisos de las jugadoras.
Esta medida busca cerrar el capítulo de un conflicto que ha generado un amplio rechazo y críticas. A pesar de obtener la medalla de plata, la selección cerró su participación en los Juegos Panamericanos envuelta en la controversia. Las acusaciones de acuerdos no respetados y una mala gestión han ensombrecido el logro deportivo del equipo.
Revista FutFem reveló que González, el coordinador deportivo de la Roja, fue removido de su cargo a raíz del escándalo con Endler y Canales. Esta decisión se produce en un momento de intensa crítica a la gestión de Pablo Milad al frente de la ANFP, marcada por diversas polémicas.
También desde la prensa se había pedido la salida del entrenador, Luis Mena, pero el respaldo de las jugadores habría sido fundamental para que siga en su cargo.
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