Compañero de Rodrigo Echeverría en México es secuestrado y pone en alerta a todo el plantel

El fútbol mexicano se vio sacudido por un hecho delictivo que involucró a Nicolás Fonseca, compañero de Rodrigo Echeverría en el Club León. El volante uruguayo de 26 años fue secuestrado durante dos horas por delincuentes que le robaron su camioneta.

El dramático episodio

Según relata el medio uruguayo Ovación, Fonseca se dirigía al entrenamiento del club el jueves por la mañana cuando fue interceptado por delincuentes armados. Los asaltantes no solo se llevaron su vehículo, sino que también lo tomaron como rehén.

Tras recorrer 25 kilómetros hacia un campo de la zona, los delincuentes retuvieron a Fonseca durante dos horas antes de liberarlo en un lugar desolado. Posteriormente, las autoridades encontraron la camioneta abandonada.

Alivio en el entorno de Fonseca

El medio Ovación se contactó con personas cercanas a Fonseca en Uruguay, quienes expresaron su alivio y gratitud de que el incidente no haya tenido consecuencias más graves. "Agradecemos a Dios que está vivo", declararon. "Lamentablemente, México, por momentos es esto. Fue una locura".

Silencio del club y del jugador

Hasta el momento, ni el Club León ni el jugador se han pronunciado sobre el incidente. Se espera que la planificación del equipo, dirigido por Eduardo Berizzo, continúe sin alteraciones de cara al partido del sábado por la noche contra Tijuana.

Impacto en la Liga MX

Este hecho delictivo ha generado preocupación en el ámbito del fútbol mexicano, poniendo de manifiesto la situación de inseguridad que se vive en algunas zonas del país. La Liga MX y los clubes deberán tomar medidas para garantizar la seguridad de sus jugadores y personal.

Fonseca, un jugador clave en León

Nicolás Fonseca llegó al Club León en enero de 2025 y se ha convertido en una pieza fundamental del equipo, compartiendo vestuario con figuras como Rodrigo Echeverría y James Rodríguez.

Este incidente reabre el debate sobre la seguridad de los futbolistas en México. No es la primera vez que un jugador profesional es víctima de un hecho delictivo, lo que ha llevado a clubes y autoridades a reforzar las medidas de seguridad.