Por Santiago Rojas
La llegada de Ricardo Gareca al mando de la selección chilena continúa siendo el centro de un torbellino de opiniones y expectativas. A horas de revelar su primera nómina para los amistosos contra Albania y Francia, el técnico argentino sigue navegando en aguas turbulentas de controversia y escepticismo. Mientras en Perú se le tenía fe, en Chile, las dudas y el escrutinio se hacen cada vez más palpables.
Gareca no ha tomado el camino fácil. Su metodología para conformar el equipo revela un meticuloso análisis y un acercamiento personalizado, buscando forjar un grupo capaz de competir con la mira puesta en el Mundial 2026. Las charlas individuales, tanto virtuales con los que juegan fuera como presenciales con los locales, demuestran su compromiso por entender el pulso y las capacidades de sus jugadores.
Consultado sobre el objetivo en la gira europea, lejos de verlo como una etapa de aprendizaje, es para Gareca un objetivo más concreto. “Vamos a ganar”, afirma el Tigre, estableciendo una mentalidad de victoria desde el comienzo.
Sin embargo, es consciente de que el verdadero reto está en las Clasificatorias, donde se juega el futuro a largo plazo de la Roja. Este enfoque ganador se enfrenta al escepticismo local, donde la ausencia de figuras como Arturo Vidal, debido a molestias físicas, y la inclusión de nombres menos esperados, como Eduardo Vargas a pesar de sus nefastos números, han generado un cúmulo de opiniones divididas.
La hermeticidad con la que el técnico manejó la lista final de convocados, rompiendo con tradiciones y manteniéndola secreta hasta el último momento, ha sido un tema de debate. Esta decisión, lejos de ser meramente táctica, subraya un deseo de mantener el foco en el equipo y en la estrategia sin distracciones externas.
A pesar de las críticas, Gareca se mantiene firme en su convicción, pidiendo confianza y paciencia a la afición chilena. La nómina de 24 jugadores, una mezcla de juventud y experiencia, es su apuesta para empezar a moldear el futuro de la Roja.
La polémica en torno a Gareca y sus decisiones destaca no solo las expectativas altas que rodean su nombramiento sino también el desafío que representa liderar un equipo en transición. A medida que Chile se prepara para enfrentar a Albania y Francia, los ojos estarán puestos no solo en el resultado de estos encuentros sino en cómo el 'Tigre' logra unir y motivar a su equipo en búsqueda de un objetivo común: volver a ser protagonistas en el escenario mundial.
21/11/2024
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