Por Santiago Rojas
Universidad de Chile se mantiene al frente del Campeonato Nacional al comienzo de una nueva fecha, exhibiendo un desempeño que los posiciona como líderes indiscutibles tras siete jornadas. Sin embargo, no todo es perfecto en el panorama del club azul.
Un aspecto preocupante para el técnico Gustavo Álvarez es la acumulación de tarjetas amarillas que amenaza con desestabilizar su esquema defensivo.
Álvarez, quien ha implementado un estilo de juego intenso similar al que practicó en Huachipato, enfrenta el desafío de ajustar la agresividad de su equipo para evitar sanciones innecesarias. Este enfoque táctico ha resultado en que jugadores clave como Matías Zaldivia y Franco Calderón estén al borde de la suspensión por acumulación de amonestaciones.
"Desde el principio sabemos, y lo tengo comprobado, que a la intensidad que juega el equipo hay que agarrar el timing justo para no ser amonestado. Me pasó en otros equipos que cuando uno presiona, los roces se transforman en golpes y en tarjetas. Con Huachipato, el año pasado a la 10° fecha teníamos seis expulsados”, compartió Álvarez en conferencia de prensa.
A pesar de estos retos, el entrenador confía en la profundidad y calidad de su plantel para manejar posibles bajas. Ha mantenido a jugadores como Ignacio Tapia y David Retamal en ritmo de competencia, preparados para entrar en acción si se requiere.
"Algunas [tarjetas] eran disciplinarias, que hay que evitarlas totalmente, y otras son propias del juego. Después se corrigió y se solucionó. Acá es lo mismo. Las amarillas hay que evitarlas, siempre que se pueda. Hay que tener cuidados, pero es parte del juego. Lo disciplinario hay que evitarlo”, explicó Álvarez.
La U enfrentará a Coquimbo Unido este domingo a las 12:30 horas, en el Estadio Nacional.
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