Por Mateo Garzón
Se reveló que la única forma de que Octavio Rivero llegue a Barcelona SC es que bajen sus pretensiones económicas. El club ofertó hasta 1000 millones de pesos, lo que no satisface a los toreros que quieren 3000 millones. Según confirmó Al Aire Libre, este es todo el presupuesto que tiene la U de Chile para realizar los fichajes del año.
La ilusión de ver a Octavio Rivero vestido de azul en 2025 se mantiene latente en el mundo de Universidad de Chile, pero la realidad económica plantea un desafío mayúsculo. La principal traba para concretar el regreso del delantero uruguayo reside en las altas pretensiones económicas de Barcelona SC, club dueño de su pase. La "U" ha puesto sobre la mesa una oferta considerable, pero la brecha entre lo ofrecido y lo exigido por los ecuatorianos parece, por ahora, insalvable.
Según información que ha trascendido desde ambos clubes, Universidad de Chile ha ofrecido cerca de 1.000 millones de pesos chilenos para hacerse con los servicios de Octavio Rivero. Esta cifra, si bien representa una inversión importante, dista mucho de los 3.000 millones que exige Barcelona SC para dejar partir al delantero.
Esta diferencia de 2.000 millones de pesos se convierte en un muro casi infranqueable para las aspiraciones de la "U". Más aún si se considera que el presupuesto total destinado para refuerzos en el año asciende precisamente a 3.000 millones de pesos. Destinar la totalidad del presupuesto a un solo jugador, por más importante que sea, desequilibraría completamente las arcas del club y limitaría la posibilidad de reforzar otras zonas del campo.
La delicada situación económica que atraviesan muchos clubes del fútbol chileno, incluyendo a la "U", obliga a una gestión financiera responsable. Destinar todo el presupuesto de refuerzos a la contratación de un solo jugador comprometería la viabilidad del proyecto deportivo a mediano y largo plazo.
En este contexto, la directiva de Universidad de Chile se encuentra en una encrucijada. Por un lado, existe el deseo de complacer al cuerpo técnico y a los hinchas con la llegada de un delantero de jerarquía como Rivero. Por otro lado, está la responsabilidad de mantener un equilibrio financiero que permita al club afrontar la temporada con solvencia.
Ante este panorama, la única forma de que Octavio Rivero vista la camiseta de la "U" en 2025 es que Barcelona SC acceda a rebajar considerablemente sus pretensiones económicas. De lo contrario, la negociación se estancará y Universidad de Chile se verá obligada a buscar alternativas en el mercado de pases.
La posibilidad de una negociación a préstamo con opción de compra podría ser una alternativa viable para ambas partes. Sin embargo, hasta el momento no han trascendido detalles sobre esta posibilidad.
Si bien el factor económico es determinante, la voluntad del jugador también juega un papel importante en esta negociación. Octavio Rivero ya ha manifestado públicamente su interés en regresar al fútbol chileno y vestir la camiseta de Universidad de Chile. Este deseo podría influir en las negociaciones y presionar a Barcelona SC para que acepte una oferta más acorde a la realidad del mercado chileno.
El tiempo corre en contra de Universidad de Chile. La pretemporada está a la vuelta de la esquina y el cuerpo técnico necesita contar con la mayor cantidad de refuerzos posibles para comenzar a trabajar de cara a los desafíos del próximo año.
La incertidumbre en torno a la llegada de Rivero genera cierta ansiedad en el club y en los hinchas, quienes esperan una pronta resolución a esta novela.
La llegada de Octavio Rivero a Universidad de Chile se encuentra en un punto muerto debido a las diferencias económicas entre ambos clubes. La "U" ha realizado una oferta importante, pero las altas pretensiones de Barcelona SC dificultan la operación. La única forma de que este anhelo se concrete es que los ecuatorianos reconsideren sus exigencias y acepten una cifra más realista. De lo contrario, Universidad de Chile deberá explorar otras opciones en el mercado para reforzar su delantera. La novela continúa y el tiempo apremia, mientras los hinchas azules esperan ansiosos una definición.
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