Por Santiago Rojas
Gustavo Quinteros fue muy claro en el inicio de la temporada 2023. Su objetivo es tener 2 jugadores por puestos relativamente igual de competitivos, para poder afrontar las 3 competencias con la misma seriedad. En abril, el equipo ya habrá entrenado en tierra derecha en los 3 torneos, y ahí comienzan las decisiones.
En 2022, donde los albos se coronaron como los mejores del campeonato nacional sin apelación, no pudieron destacar ni en Copa Libertadores, Copa Sudamericana o Copa Chile, donde quedaron eliminados prematuramente. El entrenador se habría justificado diciendo que no tenía plantel para pelear en tantos frentes.
Ahora su objetivo, además de lograr el bicampeonato, es ser campeón de Copa Chile y avanzar a octavos de final de Copa Libertadores, algo que se ve totalmente accesible por el grupo que les tocó, sin embargo, la tarea es hacerlo sin desprocupar los otros torneos, que son igual de relevantes que el prestigio internacional.
El entrenador albo estaría en conversaciones con la dirigencia para lograr potenciar el equipo para el segundo semestre, no obstante, estos futuros refuerzos estarían supeditados no solo al éxito en Copa Libertadores, sino también a al necesidad de sacar del plantel a algunos jugadores que ya no serían tomados en cuenta.
La intención de la dirigencia sería disminuir un poco la masa salarial para abrirle espacio a nuevos jugadores, para eso, Gustavo Quinteros tendría que definir qué futbolistas finalmente no serán tomados en cuenta en el resto del año. Algunos de los nombres que podrían abandonar el club son Marco Rojas y Matías Moya, recientemente llegados.
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