Por Santiago Rojas
Luego de un buen primer tiempo de Colo Colo, donde no solo logró controlar los intentos de embates de Deportivo Pereira, sino también encontrar bastantes espacios para herir, se esperaría que Gustavo Quinteros se marchara tranquilo al vestuario, sin embargo, la cara y los gestos del entrenador decían otra cosa.
Ayer martes en el último entrenamiento albo previo al viaje a Colombia, Gustavo Quinteros mantenía 2 grandes dudas: la inclusión de Vicente Pizarro en mediocampo y de Matías de los Santos en el fondo, el cuerpo médico lo iba actualizando continuamente sobre la situación de ambos y él también los observaba en el campo.
Sobre Vicente Pizarro no tuvo dudas de que no estaba para jugar en un mediocampo que iba a ser de mucho roce e intensidad. Para eso debía disponer de César Fuentes en el centro del campo, jugador acostumbrado a los choques y que puede aparecer en las 2 área, algo que Esteban Pavez ya no está consiguiendo.
La otra duda era la de , a quien, luego de confirmarlo con el cuerpo técnico, habría visto en óptimas condiciones para un partido como el debut de Copa Liberadores, es decir, con un roce e intensidad distinto al que se juega habitualmente en el juego local. Cuando a los 13’ debió salir lesionado, al DT se le desencajó la cara.
Mientras el jugador buscaba encontrar apoyo en la mirada de Gustavo Quinteros, este se encontraba pidiéndole explicaciones al cuerpo médico, que le habían permitido poner al charrúa de titular. El cuerpo médico, sin poder responder al DT, habría esperado hasta el entretiempo para dar su parecer, ya que ellos se sentirían inocentes de los cargos que les lanzaba el DT, ya conocido por exigir a futbolistas lesionados.
22/12/2024
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