Por Mateo Garzón
Se reveló que por el problema de la U de Chile con Comisión para el Mercado Financiero, podrían perder el nombre y el escudo. La misma universidad se lo confirmó a CNN, por lo que hay un riesgo grande de que suceda. La CMF puso un liquidador para el club, aunque por ahora la directiva busca la forma de solucionar este inconveniente.
Un manto de incertidumbre se cierne sobre Universidad de Chile. La compleja situación que atraviesa Azul Azul, la concesionaria que administra al club, con la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) ha escalado a niveles preocupantes, abriendo la posibilidad, aunque extrema, de que la institución pueda perder incluso su nombre y su escudo. Si bien esta posibilidad es compleja y con varios matices, la crisis institucional es profunda y las consecuencias podrían ser de gran envergadura.
La revocación de la autorización de existencia a Sartor Administradora General de Fondos S.A. por parte de la CMF ha desatado una tormenta en el club. Aunque desde Azul Azul se ha intentado desligar la situación, asegurando que Sartor no tiene relación directa con la concesionaria, la sombra de la duda persiste. La CMF investiga las operaciones financieras de Sartor y su vinculación con Inversiones Antumalal S.A., sociedad controlada por Michael Clark, presidente de Azul Azul.
La revocación de la autorización a Sartor genera una profunda inestabilidad en la estructura de Azul Azul. Si bien el club ha declarado que no existe una relación directa de propiedad, la investigación de la CMF busca determinar si existen vínculos indirectos que puedan comprometer a la concesionaria.
En el peor de los casos, si la CMF determina que existen irregularidades que involucran a Azul Azul, las consecuencias podrían ser graves. Se habla de la posibilidad de una liquidación forzosa de la concesionaria, lo que abriría un complejo proceso legal que podría afectar la continuidad del club tal como lo conocemos.
En un escenario extremo de liquidación y posterior reestructuración, surge la posibilidad de que la institución deba renunciar a su nombre y escudo. Esto se debe a que estos activos, en teoría, pertenecen a la Corporación de Fútbol Profesional de la Universidad de Chile (Corfuch), entidad sin fines de lucro que cedió los derechos de administración a Azul Azul.
Si la concesión se rompe, la Corfuch podría reclamar la propiedad del nombre y el escudo, obligando a una nueva administración a crear una nueva identidad para el club. Esta posibilidad, aunque remota, genera profunda angustia entre los hinchas azules.
La Corfuch, entidad que agrupa a ex jugadores, socios e hinchas de la U, ha mantenido una postura crítica frente a la gestión de Azul Azul. Si bien actualmente no tienen un rol activo en la administración del club, su figura podría tomar relevancia en caso de una liquidación de la concesionaria.
La Corfuch podría jugar un papel fundamental en la reestructuración del club, buscando un nuevo modelo de gestión que garantice la estabilidad y el futuro de la institución. Sin embargo, su influencia dependerá del desarrollo de las investigaciones de la CMF y las decisiones que se tomen al respecto.
Ante este complejo panorama, es fundamental mantener la calma y esperar el desarrollo de las investigaciones de la CMF. Es importante que las autoridades actúen con transparencia y celeridad para esclarecer la situación y determinar las responsabilidades correspondientes.
Asimismo, es crucial que Azul Azul entregue información clara y precisa sobre su situación financiera y su relación con Sartor, buscando disipar las dudas y generar confianza entre los hinchas.
El futuro de Universidad de Chile se encuentra en una encrucijada. La crisis con la CMF ha generado una profunda incertidumbre sobre el futuro de la institución. Si bien la posibilidad de perder el nombre y el escudo es un escenario extremo, la situación exige una profunda reflexión sobre el modelo de gestión del club.
Es fundamental que se priorice el interés del club por sobre los intereses particulares, buscando un modelo de gestión que garantice la estabilidad y el crecimiento de la institución a largo plazo. La hinchada azul espera respuestas claras y acciones concretas para superar esta crisis y recuperar la tranquilidad. Este momento crítico exige unidad y transparencia para proteger el legado de uno de los clubes más importantes del fútbol chileno.
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