Gustavo Álvarez confió en él, pero ha decepcionado y devuelve la camiseta

En el estadio Santa Laura, el enfrentamiento entre Universidad de Chile y Unión Española ha cerrado su primer acto sin alterar el marcador, dejando un 0 a 0 que refleja un duelo más táctico que vistoso.

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A lo largo de los primeros 45 minutos, ambos conjuntos han mostrado esfuerzos por imponer su juego, pero la verdadera batalla se ha librado en el mediocampo, con escasas llegadas que inquieten a los guardametas.

Desde el inicio, la Universidad de Chile asumió una postura ligeramente más ofensiva, buscando capitalizar el terreno y establecer condiciones en el juego. A pesar de esta leve superioridad territorial, la falta de profundidad ha sido evidente; los azules han circulado el balón en busca de abrir la compacta defensa de Unión Española sin encontrar la fórmula para generar peligro real.

Las críticas se centran en Nicolás Guerra

En el ojo del huracán se encuentra Nicolás Guerra, quien asumió la titularidad en lugar del lesionado Cristián Palacios. Lejos de satisfacer las expectativas, su actuación en la primera parte ha sido el punto más bajo para los azules, marcado por decisiones equivocadas y una notable falta de impacto en el frente de ataque. Su incapacidad para aprovechar la oportunidad brindada por Gustavo Álvarez ha sido palpable, desencadenando una ola de críticas entre los seguidores de la U.

La decepción generada por el rendimiento de Guerra ha ido más allá de los comentarios pasajeros; algunos aficionados ya claman por la inclusión de Luciano Pons en su lugar, buscando una solución inmediata al dilema ofensivo del equipo. Los más críticos, por su parte, ven en esta situación un reflejo de una necesidad más profunda y estructural, elevando voces que exigen la contratación de un centrodelantero en el próximo mercado de transferencias.