Llegaron en 2024, iban a ser figuras y se podrían ir pronto de Universidad de Chile

La Universidad de Chile, que ha mostrado un buen desempeño en el torneo local, enfrenta un problema en la defensa. Los refuerzos que llegaron a mitad de año para reforzar la zaga, Fabricio Formiliano y Antonio Díaz, no han logrado consolidarse en el equipo y generan dudas en la dirigencia.

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Formiliano, el central uruguayo, tuvo un comienzo prometedor, pero con el paso de los partidos fue perdiendo terreno. Su falta de velocidad y su juego de pies no convencieron al técnico Gustavo Álvarez, quien lo dejó fuera de la convocatoria para el último partido del torneo. El clásico universitario fue el punto de quiebre para el charrúa, donde sus errores fueron evidentes.

La U se equivoca: Los refuerzos no llegan y la defensa sufre

Por su parte, Antonio Díaz, el lateral izquierdo, tampoco logró adaptarse al equipo. A pesar de llegar con la misión de ser titular, rápidamente quedó relegado al banco de suplentes. Su bajo rendimiento y la buena performance de Marcelo Morales lo dejaron sin oportunidades.

La situación de ambos jugadores es compleja. La U realizó una fuerte inversión en estos refuerzos, esperando que fueran piezas claves en el equipo. Sin embargo, los resultados no han sido los esperados y ahora la dirigencia deberá evaluar si mantiene a estos jugadores en el plantel o si busca nuevas opciones en el mercado.

Este escenario genera incertidumbre en la hinchada azul, que esperaba que estos refuerzos aportaran experiencia y solidez a la defensa. La dirigencia deberá tomar decisiones importantes en el corto plazo para solucionar los problemas defensivos del equipo y así poder afrontar los próximos desafíos de la mejor manera.