La directiva ya tiene al primer cortado de la Universidad de Chile, no va más

La Universidad de Chile viene de hacer un partido bastante regular en lo que a rendimiento se refiere. Empató sin goles ante la Unión Española por la semifinal de ida de Copa Chile y perdió a dos piezas fundamentales, Nery Domínguez y Luis Casanova, ambos se lesionaron y no se sabe con exactitud cuánto tiempo deberán estar afuera para recuperarse.

Sin embargo, pensando ya en lo que será la próxima temporada, los Azules estarían empezando a tomar desiciones importantes sobre quiénes deben integrar el plantel la siguiente campaña, suponiendo que el equipo logre mantenerse en la Primera División, que es lo más probable. Por eso, ya tendrían al primer cortado.

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Se trata de Pablo Aránguiz, volante ofensivo de 25 años que, de acuerdo a información de El Deportivo de La Tercera, tendría que hacer sus maletas y partir a préstamo a otro club, pues esa sería la determinación de la directiva. La razón que gatilló esto fue el comentado hecho que lo involucra a él y a un guardia de seguridad en un centro de eventos en Peñalolén.

El futbolista fue acusado de amenazas y agresión, por lo que se está llevando a cabo una investigación. Lo cierto es que lo acontecido mancha bastante la imagen del Bulla en el ámbito público, por lo que la paciencia se agotó. El contrato de Pablito termina a final de 2023 y el objetivo es que pase todo el siguiente año en otro club.

No se pierde nada

Los jugadores que usualmente ocupan el lugar de volante ofensivo o más de salida son Lucas Assadi y Darío Osorio. El verdadero rol que tiene Aránguiz es ser el suplente de ellos, algo que en ningún partido le ha entregado verdaderas soluciones al técnico Sebastián Miranda. Por eso, ni siquiera su rendimiento individual le alcanza para intentar dar vuelta la situación.