Por Santiago Rojas
Mauricio Pellegrino comenzó el torneo de mucha mejor forma de cómo lo terminó, por lo menos para los ojos de los hinchas, que producto de los tres partidos sin ganar con los que el equipo despidió el primer semestre, comenzaron a aparecer las primeras críticas al trabajo realizado por el director técnico argentino.
Sin embargo, este cuestionamiento viene solo desde una parte de la fanaticada, porque de parte de la dirigencia azul, todos los objetivos de la primera parte del año fueron resueltos de muy buena manera, principalmente el de conseguir alinear la plantilla hacia logros colectivos que tuvieran que ver con la parte alta de la tabla.
Universidad de Chile en los últimos dos años se estaba acostumbrando a mirar el torneo desde abajo, preocupándose por no descender. Ahora, a pesar de haber quedado sextos al cierre de la primera rueda, siempre se mantuvieron a tiro de cañón para asaltar la punta de la tabla, aunque les faltó un poco de calidad para ganar los partidos claves.
Ese por lo menos sería el análisis de Mauricio Pellegrino, quien ya le habría hecho ver a la dirigencia la necesidad de fichar un nuevo jugador de categoría en el ataque, para que acompañe lo realizado por Leandro Fernández, quien demostró su relevancia en el equipo con su ausencia. Cuando el argentino no estuvo, el equipo no supo ganar.
En Universidad de Chile están sin opción de inscribir a un nuevo extranjero, pero Mauricio Pellegrino habría tomado la decisión de no convocar a Federico Mateos durante las primeras semanas mientras se tramita su nacionalización, lo que permitiría el ingreso de Lucas Janson, que es el gran pedido del entrenador para potenciar el ataque de su equipo.
22/11/2024
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