Ahora imita a Alexis Sánchez, Byron Castillo deja las penas con colección de aut

Byron Castillo, el exseleccionado ecuatoriano, ha estado en el foco de atención en los últimos años no solo por sus habilidades en el campo, las que cada vez demuestra menos, sino también por sus polémicas y su afición a los gastos extravagantes, que lo ponen al nivel de los grandes futbolistas del mundo.

El actual jugador de Peñarol se ha mostrado repetidamente como un fanático de los automóviles de lujo, imitando de alguna manera a Alexis Sánchez, estrella chilena conocida por su impresionante colección de vehículos.

Mientras Sánchez recientemente añadió a su colección un Lamborghini Aventador SVJ, valorado en 518.000 dólares, Castillo no se queda atrás con su propio surtido de autos de alta gama, que ya se podría considerar una miniflota o colección, como lo hacen los jugadores de primer nivel mundial.

Deja atrás su deterioro profesional con colección de automóviles

La afición de Castillo por los autos lujosos se refleja en su Nissan 370Z y su Hyundai Sonata, que juntos suman un valor aproximado de 90 mil dólares. Esta pasión por los vehículos de lujo es un punto en común con Sánchez, quien a pesar de un inicio de temporada complicado en el Inter, sigue siendo un referente en la selección chilena y un ícono en el mundo del fútbol.

El contraste entre los estilos de vida de ambos jugadores es notable. Mientras Alexis Sánchez disfruta del éxito y el reconocimiento global, con una carrera que incluye clubes europeos de renombre como Barcelona, Arsenal y actualmente Inter de Milán, Castillo ha tenido que enfrentar controversias y detrimentos en su carrera, firmando ahora por Peñarol de Uruguay a sus 28 años.

Sin embargo, ambos comparten una pasión por los autos que va más allá del simple transporte. Para Sánchez, su Lamborghini Aventador SVJ es una declaración de éxito y un reflejo de su amor por la velocidad y el diseño automotriz. Para Castillo, sus vehículos representan un escape de las presiones del fútbol y una forma de disfrutar los frutos de su carrera, bañada en polémicas en los últimos dos años.