No lo valoran en Chile y ahora es uno de los mejores futbolistas de Sudamérica

Hace pocos instantes, Racing de Avellaneda se consagró campeón de la Copa Sudamericana tras vencer por 3-1 a Cruzeiro, en un duelo que marcó el cierre de una gloriosa campaña. Una de las figuras indiscutidas del equipo dirigido por Gustavo Costas fue el portero chileno Gabriel Arias, quien, con atajadas decisivas, se consolidó como pieza clave para el éxito del cuadro argentino.

Figura indiscutible en Racing

Desde su llegada a Racing, Gabriel Arias ha demostrado un nivel sobresaliente, ganándose no solo la confianza del cuerpo técnico, sino también el reconocimiento y cariño de la hinchada. En esta campaña, su desempeño en momentos críticos, incluidos partidos definitorios de la Copa Sudamericana, lo posicionaron como una garantía bajo los tres palos y un referente indiscutido del plantel.

La deuda con La Roja

Sin embargo, el panorama de Arias en la Selección Chilena ha sido muy diferente. A pesar de sus 19 apariciones con La Roja, el guardameta ha enfrentado constantes críticas, tanto por errores puntuales como por la percepción de que no está a la altura del legado de Claudio Bravo, considerado uno de los mejores porteros en la historia del fútbol chileno.

El punto más álgido de esta relación tensa ocurrió durante la Copa América 2019, específicamente en la semifinal contra Perú, donde un desempeño cuestionado reforzó las dudas de la hinchada. Aunque en la reciente Copa América mostró un nivel más cercano al exhibido en Racing, esto no ha sido suficiente para cambiar la opinión generalizada de los fanáticos ni de la prensa chilena.

Próximos desafíos con Chile

Con la Copa Sudamericana entre sus manos, Gabriel Arias se alista para regresar a la selección en marzo, cuando se dispute una nueva fecha FIFA. Bajo el mando de Ricardo Gareca, el arquero oriundo de Neuquén parece ser el favorito para la titularidad, pese a la sólida competencia de Brayan Cortés, quien ha demostrado capacidad en las oportunidades que se le han otorgado.

El desafío para Gabriel Arias será trasladar a la selección chilena el nivel que lo ha convertido en una figura destacada en Racing. Aunque su talento es innegable, necesita convertir las críticas en respaldo, un proceso que dependerá no solo de su desempeño en el campo, sino también de su capacidad para reconectar con una hinchada que aún anhela el liderazgo que representó Claudio Bravo.